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Decía Bernardo de Chartres que no somos sino enanos, sentados sobre el hombro de gigantes,de modo que podemos ver más y más lejos que ellos, no porque nuestra vista sea más aguda, sino porque nos vemos sobrealzados por su talla colosal.

Juan de Salisbury a Bernando de Chartres, 1159

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¿Cuál será el final del camino, amigo Tulgas?

Desconozco la respuesta a esa cuestión mi Señor, no sé adivinar el futuro pues es incierto. Yo tan solo escribiré aquello que mis cansados ojos me han permitido ver, y transmitiré cómo vivíamos en estos tiempos pasados, o al menos lo intentaré. Y quizás si la veleidosa suerte nos lo permite, aquellos que vengan detrás puedan ver, oír, sentir la voz de la Historia, aunque sea en un susurro, y entonces no contemplarán solamente piedras, o templos, o simples ruinas con musgo…sino que escucharán la voz de los que hicieron una vida en ellas, y junto con ellos volver a sentir, a reír, a llorar y a amar de nuevo. El legado que dejamos es lo que pervive de nuestra esencia y para poder tocarlo es menester ver con los ojos que tuvimos antaño. Porque la Historia, mi señor Rey, es la historia de nosotros mismos.

Hablas mejor que manejas la espada. Sea así, Tulgas, mi buen escriba.

viernes, 11 de marzo de 2016

El paso del tiempo (Lectio secunda)

Y una vez que el castillo ha sido arropado por las leges van a comenzar los arduos trabajos. Vayamos por orden y de forma somera:


Dibujo y litografía de F.X. Parcerisa en 1844. Desde luego que es un castillo encantado.

Cojan pergamino ( del bueno ) y garabateen rápidos apuntes.
  • En abril de 1913 AD se encarga el primer proyecto de restauración al arquitecto Luis de la Figuera y Lezcano.
Luis de la Figuera y Lezcano, 1869-1941.
  • Anno de 1914-1915. Don Luis de la Figuera, asesorado por Ricardo del Arco, elaborará los primeros planos de la fortaleza. Además se descubren tumbas en el recinto exterior...dejen de santiguarse y no se preocupen, ya que mis huesos reposan en la colina del Acueducto, a poniente. Ehhh...pero continuando con el tema que nos atañe, también se elimina la hospedería construida en el s. XVIII rescatándose la parte inferior del relieve de la portada, una ventana ajimenzada, cuatro canecillos y dos metopas. 
Curioso plano del castillo, manuscrito por La Figuera. Lloran mis ojos por ver lo poco que se ha conservado de " mi" castillo un milenio después.

La hospedería dieciochesca ocultando la entrada principal. Llamativa obra por cierto.
Acceso a la hospedería y restos del camino de subida a la fortaleza desde el muro exterior.

Friso de la portada principal. Cortado a la altura del ombligo del Pantocrator para colocar el piso superior. . . me faltan sinónimos y latines  para decir lo que pienso.

Puerta de entrada a la hospedería, detalle de la ventanita que algunos claman  que es de hechura visigoda. Bien pudiera ser, pues los orígenes  del castillo son nebulosos incluso para mí. 

En la magna Iglesia de San Pedro, se cierran grietas y se consolidan las techumbres, buena labor esa por cierto, pues goteras no había en mis tiempos, y no hay que ser magister para saber lo mala que es el agua para un edificio, así como para los humores del cuerpo. El retablo barroco se elimina, junto con las pinturas barrocas del s. XVIII, y se reabren las dos escaleras que descienden a la secreta cripta. En la parte superior se descubren dos aljibes ( dónde iban a estar, más que en la parte superior) y ahora es cuando nos azota una desgracia, pues durante las labores se derrumba un lienzo del muro este con dos ventanas de bonita hechura habiendo otra más geminada. Día triste si lo pudiera ver mi señora, pues le gustaba leer mis escritos, los días sosegados en que Eolo no soplaba y Helios se encontraba alto,  sentada en dicha ventana, aunque más de una y más de dos veces la veía bostezar. . .

Pinturas barrocas  de la Iglesia Mayor.
Pueden ver la torre central en el lienzo con las ventanas aspilleras y la geminada superior. 

Y el esperpéntico agujero tras el derrumbe. . .
  • Anno de 1943. Don Manuel Chamoso Lamas, siendo Comisario del Patrimonio Artístico de la Zona de Aragón, y asesorado por Don Francisco Íñiguez Almench, restituirán el antiguo techado de la torre de la reina, taparán unas horrorosas grietas en el tambor y el ábside de la Iglesia Mayor y descubrirán el paso de ronda por dicho ábside, donde tanto soldados pasaron sus guardias castañeteándoles los dientes por el cercius aragonés.

  • Anno de 1970. Una segunda elaboración de planos por el arquitecto Teodoro Ríos. Obras encargadas por  la Sección de Ciudades de Interés Artístico-Nacional de la Dirección General de Arquitectura del Ministerio de la Vivienda. . . ejem. . debo cambiar mi intitulación, pues "chambelán y escriba" suena a poco. . .

  • Anno de 1972. Don Francisco Pons y Sorolla Arnau ( de nuevo obras encargadas por Idem...) realiza nuevos planos sobre los anteriores de Teodoro Ríos, y además restaura la muralla y consolida los paramentos superiores. Rehonda muros, reconstruye con material original y recrece lo poco conservado. De igual forma consolida la mal llamada Torre del Vigía reponiendo la bóveda, de la cual solo se conservaba una única trompa.



La Torre del Vigía, mejores tiempos vivió. 
Cúpula reconstruida tras conservarse una de las cuatro trompas que la sustentaban. 
En la Iglesia Mayor  desmonta el altar y lo sitúa a un nivel inferior, reemplaza el pavimento y ¡por fin!, repone el alabastro de las ventanas. Deberían haber visto como prístinos los rayos de sol  de la mañana se tornaban difusos y etéreos tras pasar por el alabastro, inundando de una cálida luz la Iglesia y sus pinturas. Por otra parte, en el recinto militar de la fortaleza se sustituyen y arreglan las cubiertas de la Torre del Homenaje ( que por ahora seguiremos llamándola así y no torre albarrana, para que vuesas mercedes no se espanten con tal aluvión de datos que mi pluma escribe) y de la Reina, junto con otros "apaños" de menor envergadura.

La luz y sus gráciles juegos de luz.
  • Anno de 1975. De nuevo Pons y Sorolla realiza nuevos planos a cargo de...creo que lo adivinan de forma que no lo escribiré. Consolida y completa los arcos diafragma y  torales de las tres puertas principales del castillo. El ábside será limpiado por fuera y repuesta su cornisa, se reconstruirá en parte el agujero creado por la caída de lienzo en la época de La Figuera, y se restaurará la escalera principal amén de otras muchas obras.

El castillo tal y como lo pueden ver actualemte, al menos ya no está ese agujero.

La Magna Escalera.
  • Anno de 1979. Pons y Sorolla...sí, nuevos planos encargados e idem. Ahora se actúa sobre el llamado Palacio de Sancho Ramírez consolidando sus muros, limpiando sus pavimentos y levantando el único arco que quedaba en pie...obras en murallas y torres completan esta actuación.

Patio de armas y sótano del llamado Palacio de Sancho Ramírez. Y el arco que se repuso por cierto.
El arquito. . .tenue reflejo de la grandeza de dicha construcción.



Y para finalizar, les dejo un visión de aquila de la fortaleza, realizada por un amicus. No negaré que siento una comezón extraña en las tripas al poder volar como los pájaros. ¡Cuántas batallas habrían devenido en victoria si se vieren a las tropas enemigas de esta forma!



CÓDICES

Martínez Prades, J.A., 2005. El castillo de Loarre. Historia construcctiva y valoración artística, Huesca, Colección de Estudios Altoaragoneses, 51. 


miércoles, 9 de marzo de 2016

El paso del tiempo (Lectio prima)

Como decíamos ayer, mucho ha llovido entre ustedes y yo, y tanto es así que hasta las piedras pierden la batalla ante tan inexorable enemigo. Han de saber que mucho han sudado los peones, algo menos los capataces, para mantener erguido y con dignidad el castillo durante su largo sueño. Sin embargo y para la gloria del Reino, a partir del año 1900 se le ha arropado y cuidado, pues tosía en demasía y hacía temernos lo peor.

Añadir leyenda
De esta guisa podemos contemplar diversas actuaciones que han ayudado al castillo a seguir andando, al menos durante un tiempo. Planos, ideas, nervios y prisas, junto con algún que otro disgusto es lo que les voy a mostrar a continuación. ¡Pero bajen las manos de su cabeza y dejen de exclamar! que no es tan aburrido como lo pintan... La historia de la restauración no es muy lejana de vuestro tiempo. Allá por el s. XVI surge la fascinación deslumbrante por el pasado antiguo y unas ganas de coleccionar. . .bueno, todo, o al menos todo lo raro y antiguo. A mediados del s. XVIII surgen lo que ustedes denominan las Ciencias Históricas y yo alquimia y brujería. Pero con un ilustre señor de apellido Winckelmann aparecen los estilos y periodos en el arte, existen principios y finales, y entre medio se crean y nacen numerosas construcciones, escritos, batallas e ideas que permanecerán en los restos y ruinas, para finalmente ustedes verlos como. . .Monumentos.
Aquellos que eran duchos en latines se centraron rápidamente en la arquitectura medieval ( ¡para mi dicha!), y con prontitud se restauraron una pléyade de catedrales e iglesias consiguiendo unir el valor histórico al valor patrimonial.

Los monumentos son emanaciones de la esencia de antaño, son parte del patrimonio y ( esto es igual de importante)  son la conciencia de nuestras identidades anteriores, como la mía allá por el s. XI. Dicho en lengua vernácula, los monumentos y el patrimonio cargan historicidad, están empapados de la vida del ser humano y como creo que le dije al capitán de la guardia, la Historia es la historia de la Humanidad.

Y eso me recuerda que la noche pasada un bufón de la corte, entre vinos, cervezas y chanzas pésimas, me preguntó, -¿Maese, qué es la restauración? si rehacemos un monumento a su estado original. . . ¿no estaremos desvirtuando la esencia de ese patrimonio tal y como nos ha llegado a nuestros días?-. No negaré que la cuestión me pilló desprevenido y sin espada. Pero reponiéndome con premura y floreciendo mi vena cronística, le solté lo que sus mercedes denominan una "chapa", que resumiré sucintamente. Y le dije así: "amigo bufón, una vez que se dispone de suficientes sueldos jaqueses para acometer una obra es menester saber lo que queremos hacer. Podemos andar por dos caminos, una restauración completa, y devolver la gloria pasada, o simplemente reparar aquello que conservamos. Fueron dos los patres que elaboraron dichas sendas. Viollet-Le-Duc (1814-1879), pater de la restauración moderna, el cual abogaba por la formas y líneas de los monumentos, es lo que ustedes denominan restauración en estilo. Tema complejo pues requiere rehacer el monumento hasta sus formas originales, con almenas y todo si es necesario, para verlo con la grandeza obligada. Pero nos topamos con un problema, ¿cómo eran sus formas, sus líneas y sus almenas? La solución deviene de la comparación con otros monumentos y restos de los mismos tiempos, y dado que son de la misma época las formas serán similares por no decir iguales. Soy testigo de las ganas de mi Rey de que su castillo, si bien sera parecido al de otros, sea a la vez diferente. Pues ahí está la grandeza de este mundo, en la diversidad, y por ello te permito que me manches la saya nueva con vino. . .señor bufón.
Sin embargo he de decir, que esta restauración que podía ser aplicada por igual a todos los monumentos, llevó a  imponer un único estilo a edificios que habían sido modificados a lo largo del tiempo y que poseían diversas esencias. Además también dio pie a la reconstrucción completa de edificios reducidos a románticas ruinas".

Maese Viollet-Le-Duc. Del reino franco.
Carcassone, ejemplo de restauración violetiana. Cerca de ahí andarán los próximos reyes de Aragón. 

"Han pasado los laudes ya. . .Continuando, en el otro lado del tablero de axeidrez tenemos a John Ruskin (1819-1900). Para él,  la teoría arquitectónica es siempre filosofía moral y, por tanto, está relacionada siempre con la búsqueda de la verdad. Muy bonito esto por cierto, de forma que su teoría de la restauración es el movimiento anti-restauro. Y de aquí van a nacer las claves de la conservación moderna en los tiempos de mis ávidos lectores. Los edificios no son solo nuestros, sino que pertenecen a nuestros antepasados y a nuestros descendientes, tenemos una deuda para su cuidado y para mantenerlos con la esencia que emanan, hay que mimarlos pues. La restauración ha de ser somera y no sobrepasarse en demasía".

Maese Ruskin. Lástima que en mi época no haya fotografía.
"¡Siéntate y no te vayas! que acabo ya. Tan solo restan unas palabras más, ya que falta un actor en la escena, Camilo Boito (1836-1914). Es la restauración moderna o filológica, es decir, hay que conservar antes que restaurar, y restaurar cuando ya no quede más remedio. Y una vez dicho esto espero que reflexiones en tu domus acerca de lo que significa restaurar y las obligaciones que conlleva, pues amigo mío, el tiempo es igualmente parte del devenir de la historia y desdeñar la pátina que el tiempo deja. . .pues quizás sea robarle un pedazo de alma a la historia. Aunque tampoco hay que permitir que los adarves se desplomen, que el verdín lama los muros y las tapices se conviertan en simples festones".

Ya sabes que te espero por los muros de la fortaleza, y antes de tu periplo por estas tierras, mira con ojos de "medieval" el Castillo de Loarre.



El Reino de los Cielos. Aún faltan cien años  tras mi paso por este mundo para que ocurran los acontecimientos que narra la película, pero a mi me gusta. . .¡y tiene almenas!

Y lo extraño es que estoy sentado solo en la mesa y velón de sebo se apaga ya. El tabernero me impreca gruñendo, que deje ya de preguntarle donde se encuentra el bufón de picudo sombrero, pues hace dos lunas que no vienen foráneos. . .


CÓDICES:
De Fusco, R., 1976. La idea de arquitectura : historia de la crítica desde Viollet-le-Duc a Persico, Barcelona, Gustavo Gili.
Calvo, A., 1997. Conservación y restauración. Materiales, técnicas y procedimientos. De la A a la Z, Barcelona, Ediciones del Serbal.
Hernández Martínez, A., 2007. Conservation and restoration in Built Heritage: a Western European Perspectiva, The Ashgate Research Companion to Heritage and Identity, Ashgate, London, pp. 371-400.